Estaba sola. Total y completamente sola en un laberinto. Me movía hacia un lado y lo único que veía eran paredes. Paredes de mármol. Miré hacia todos lados y me desplacé hacia donde podía, pero siempre terminaba por chocarme una pared. seguí caminando y llegué hasta un camino sin salida, me volteé y no había ninguna salida. ahora las salidas se habían cerrado y estaba atrapada en un cuadrado de paredes de mármol. Pronto todo se volvió oscuro y logré atisbar una figura en la oscuridad. Era una mujer, lo supe porque como yo soy una licántropa puedo ver todo en la oscuridad. La hermosa mujer era de piel blanca como las paredes de mármol, con ojos rojos como la sangre y pelo negro y liso que le llegaba hasta la cintura. A juzgar por su apariencia era una vampira. Arrugé la nariz, pues su olor me hacia arder. La mujer se aproximó hacia mi, abrió la boca, mostrando sus perfectos colmillos blancos, y se fijó su mirada en mi cuello. No me pude mover ni un centímetro, estaba atrapada. Se encaminó hacia mi y me incrustó sus dientes. Sentí un dolor horrible.
Me desperté de golpe, gritando asustada por la pesadilla que habia tenido. Mi hermano Seth y mi madre Sue aparecieron enseguida en mi puerta asustados también por mis gritos. Yo generalmente no era de esas chicas que se asustan facilmente, no, claro que no, pero la pesadilla que habia tenido era horrible.
- ¿Estas bien Leah?- me preguntó mamá.
- ¿Que te pasó? ¿Por qué gritaste?- preguntó mi hermano
- No fue nada, fue solo una pesadilla. Ahora lárgense, quiero dormir- respondí con brusquedad.
Mi madre se marchó hacia su habitación. Seth hizo ademán de marcharse pero luego regreso a mi puerta y preguntó con curiosidad:
- ¿Que soñaste que tanto te asustó?, porque que yo sepa a ti "nada te asusta"- puso los ojos en blanco.
- Nada que te importe, idiota. Vete, quiero dormir.
- No creo que te quieras dormir ahora, son casi las 6 de la mañana y ya te tienes que despertar para ir a hacer guardia con Jacob. Al parecer, por esta zona andan rondando vampiros desconocidos. Los Cullen aseguran no saber quienes son.- murmuró Seth. Puso gesto pensativo y luego siguió diciendo-: Yo ya hize guardia hace tres horas.
- Espera, espera, ¿tengo que hacer guardia con... Jacob? Se supone que siempre me toca hacer guardia con Quil. - dije algo confundida. No me molestaba estar con Jake, pero me resultaba raro estar con él. Después de que Jacob se imprimó de Renesmee, la hija de la estupida Bella Cullen, ya no pasábamos tiempo juntos como antes. La furia comenzó a inundarme el cuerpo después de darme cuenta de que Jacob me había dejado de lado por una estúpida y asquerosa semi vampira bebé. Estúpido Jacob. Sin darme cuenta había empezado a vibrar y ahora tenía las manos hechas un puño.
Seth abrió los ojos como platos mientras me miraba. Luego de que los temblores de mi cuerpo cesaron, prosiguió:
- Si, porque Sam le dió tiempo libre a Quil para que esté con Claire, ya que hace mucho que no está con ella, y Quil se estaba volviendo loco de no verla. Pero, ¿Tanto te molesta estar con Jacob? Pensé que ustedes eran amigos.
- No es de tú incumbencia lo que me pase con Jacob.
- ¡¿Te enamoraste de Jacob Black?!- Sus ojos se abrieron como platos, mientras escondía una sonrisa burlona.
- ¡NO!, ¡CLARO QUE NO!- le grité con furia. Casi despierto a Sue con mis gritos tan altos. Jacob y yo no eramos mas que amigos, porque a mi todavia me seguía gustando Sam, y Jacob estaba imprimado de la bebé de los Cullen. Maldíto sea Seth por ahberme hecho recordar todo esto. Siempre tenía que haber alguien que me arruinara el día. Otra ves empezé a temblar de furia. Miré el reloj, eran las 6.30. Salté de la cama todavía enojada y salí de la puerta de mi pieza encaminándome hacia afuera.
- ¿Acaso no te piensas cambiar?- preguntó Seth
Miré mi cuerpo. Estaba en ropa interior. Siempre dormía en ropa interior las noches de verano, ya que me resultaba más comodo.
- No hace falta- dije. Salí de mi casa y empezé a correr hasta transformarme en lobo.
- ¡Jacob te espera en el claro! - me gritó Seth desde la puerta. Lo pude oír aunque ya estaba lejos.
De repente, una oleada de pensamientos entraron en mi cabeza. Jacob se había quedado dormido esperándome. Ya era realmente tarde, aunque los demás ya estaban acostumbrados porque siempre llegaba tarde a todos lados.
En los sueños de jake, lo único que soñaba era a Renesmee por sobre todo.
Llegué enseguida al claro ya que yo era la loba más rápida, y aullé para despertarlo. Enseguida se despertó de un brinco.
Hola Jacob, le dije con el pensamiento.
Hola Leah. Oye, Sam dijo que nos quedemos a vigilar la casa de los Cullen, porque según Edward ha oido los pensamientos de uno de los vampiros y no tienen buenas intenciones con ellos.
Agh, maldición. Otra vez teníamos que ser borde con vampiros. Los odiaba. Esto era casi igual que cuando la manada de Sam se dividió en 2: el grupo de Jacob por un lado y el de Sam por el otro. Yo había estado en el de Jacke, porque queria estar lejos de Sam. Por mala suerte, las manadas se volvieron a unir en una sola.
Aunque creo que Jacob estaba mintiendo.
Jake, ¿no podríamos ir a vigilar el perímetro? ¿o hacer alguna otra cosa? Porque estoy harta de tener que proteger a los Cullen.
Antes de que Jacob respondiera, Sam intervino desde un lugar alejado al de nosostros.
Leah, Jacob, ese no es el lugar que les dije que vigilaran. Se suponía que deben vigilar en la zona Sur, no la casa de los Cullen.
Ya vamos, dijo Jake sin ánimos de hacerlo.
¿Por qué me mentiste, idiota? ¿Por qué quieres quedarte?, pregunté enfadada. Hasta ahora todo iba mal.
En ese momento, supe que jacob queria quedarse ahi para poder estar cerca de Renesmee.
AY, JACOB, ¡YA ME TIENES HASTA LOS PELOS CON LA ESTÚPIDA VAMPIRITA DE LA QUE TE IMPRIMASTE!, ¡Estoy harta de que lo único en lo que pienses sea en ella!
Noté como se enfurecía Jacob. Perfecto. Este dia no podría ir peor. Jacob gruñó.
¡NO LE DIGAS ESTÚPIDA!, AQUÍ LA UNICA TARADA ERES TÚ. PORQUE POR LO MENOS YO TENGO EN QUIEN PENSAR Y NO ANDO RECORDANDOLES A TODOS LO QUE SUFRÍ, COMO TÚ, ARPÍA!, Seguro que es por eso que Sam no te quiere.
Eso me hizo enojar como núnca, él ahbia tocado fondo. Esa fue realmente la gota que derramó el vaso. Sentí que nuestra amistad se había terminado. Este era el comienzo del fin.
Gruñí con fuerza y me abalanzé sobre él.
No se pierdan el próximo capítulo.
~Amor&Odio:
Selegna Lover♥
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